martes, 7 de diciembre de 2010

JIMMY HENDRIX: UNA PERSPECTIVA HERMENÉUTICA. ABRAHAM GALARZA CID

Propongo que escuches por primera vez este video con los ojos cerrados. Después vuelve a escucharlo mirando y leyendo el texto de éste. La idea es hacer un ejercicio de comprensión hermenéutica, así que por favor hazlo y luego regresa a este texto.





Según Hans-Georg Gadamer (1900-2002) la hermenéutica no es una escuela epistemológica, (como el positivismo, por ejemplo), por el contrario es nuestra forma originaria de ser o estar en el mundo, la cual emerge de la forma en que nos socializamos y nos apropiamos del lenguaje y de formas de vida con una larga historia; por ésta creamos el sentido del mundo y lo hacemos mundo. La ciencia se ha hecho del monopolio de la verdad y sus criterios imperan en los medios académicos (no en el mundo político, por supuesto). La hermenéutica, además, reivindica la existencia de otras perspectivas que tienen la capacidad de descubrir otras formas de la verdad ajenas a la ciencia, por ejemplo, el caso del arte; y lo hace con otro lenguaje y otra mirada, distintas a las de la ciencia. Pero el arte, además, modifica a quien lo hace, pues es una forma de crear un nuevo significado para el mundo o mundos, pero también transforma a quien lo interpreta o comprende. 

En este caso estamos frente a un texto con un lenguaje y una mirada peculiar que aun sorprende o crea malestar en quién lo escucha; lo cual lo hace extraño, pero además es un texto del cual estamos alejados tanto en el tiempo como en el espacio: la música que Jimmi Hendrix re-creó hace más de 40 años en los Estados Unidos de América de los sesentas.Esto nos lleva a la situación que Gadamer considero como central a la hermenéutica: la comprensión del pasado desde el presente.


No podemos reconstruir totalmente el pasado, aun cuando éste sea cercano, sino que lo hacemos por mediación de nuestro presente y desde nuestro espacio social, el cual, también, tiene un pasado, es decir desde nuestra historicidad. El que interpreta pertenece al pasado, que le ha heredado un stock de prejuicios y presupuestos, es decir juicios anticipados sobre el sentido de un texto, lo cuales no nos cierran la comprensión, sino que abren un horizonte para ésta. Pero claro cada uno tenemos distintas historias. Hay, así, distintas reconstrucciones del pasado. ¿Pero hasta que grado somos conscientes de los efectos de la historia sobre nosotros y sobre nuestra forma de comprensión? 

Hay, en México, una versión oficial, estatal y policíaca de los años sesenta, con la cual no me identifico, que generó un horizonte de comprensión caracterizado por lo que podríamos llamar “metáfora de los hippies son basura”. La imagen que muestro a continuación resume los linchamientos morales de la radio, televisión, prensa de todo aquello que sonora o pareciera rock durante finales de los sesenta y principios de los setenta, que llevaron al rock a la clandestinidad.

Esta perspectiva continúa con sus efectos sobre las mentalidades del presente. Durante una clase de epistemología puse esta música para que los estudiantes la oyeran con los ojos cerrados y posteriormente pedí sus comentarios sobre las imágenes que en ellos había creado la música. Algunos no la soportaban y “se imaginaron a unos vagos drogándose”. Si nunca has escuchado sobre Jimmi Hendrix, esta podría ser tu perspectiva. Otros que lo conocían se imaginaban un concierto, creo que la metáfora “la vida es un espectáculo” expresa su mirada, simplemente algo extravagante para divertirse y pasarla bien. Pocos considero, entrevén la dimensión crítica al poder que Hendrix imprimió a su música. Creo que si contextualizamos su tiempo y su vida podemos llegar a una comprensión más cercana a la que él tuvo cuando interpretó el himno nacional de USA. Esta perspectiva hace que su música sea actual, pues, desgraciadamente, el ejercicio autoritario y criminal de esta nación sobre otras se ha afianzado. En todo caso quizás, sólo esté expresando mis prejuicios sobre la perspectiva de otras personas. No obstante espero que tengas un goce estético y un descubrimiento de una verdad que la música, sin ser ciencia, puede hacer.

Diciembre de 2010
Hans-Georg Gadamer  Verdad y método Vol I y  II. Ediciones Sígueme, Salamanca 2002

Joachim E. Berendt EL JAZZ. De Nueva Orleans a los años ochenta, México, Fondo de Cultura Económica

LOS SIGNIFICADOS DE LA EXPERIENCIA COLECTIVA EN EL TRANSPORTE COLECTIVO*. ABRAHAM GALARZA CID


Los significados de la experiencia colectiva en el transporte colectivo
Abraham Galarza Cid
Universidad Autónoma de Tlaxcala
Departamento de Sociología, Trabajo Social y Psicología Social
Palabras clave: transporte público, significados colectivos, ciudad, experiencia fenoménica, experiencia analítica, vida cotidiana, sentido común, contradicción, conflicto.
Resumen:
El trasporte público de la ciudad de Puebla es un espacio dónde las colectividades interactúan dando lugar a la expresión del significado de la vida en la ciudad. Consideramos que estos espacios de significación se generan en los actos de la vida cotidiana, a través de las tareas rutinarias de personas comunes. El cumplimiento de estas tareas tiene como condición de realización un saber adquirido en un marco contextual específico, de manera informal, que al ponerse en práctica incesante, ayuda a la construcción de una realidad social peculiar.
El significado de estas tareas se experiencia de una forma fenoménica, es decir, sin fundamentaciones o justificaciones teóricas, el cual podemos explicitar gracias a nuestra herencia social de sentido común, al mismo tiempo que intentar establecer la racionalidad propia de estos procesos, desde la perspectiva de un científico social.
De acuerdo a esta tesis, podemos simultáneamente colocarnos como pasajeros anónimos de un autobús, que hacen emerger su peculiar vivencia de este acontecimiento, a la vez que situarnos como investigadores con una perspectiva, necesariamente analítica, como si nos situáramos en un mundo extraño, sin que puedan establecerse claras fronteras entre una y otra mirada.
El tratar de explicitar algunos de estos significados contradictorios, nos puede ayudar a reconstruir, desde una perspectiva teórico-social, el significado que los actores sociales construyen colectivamente a ese espacio temporal llamado ciudad de Puebla.
Los apartados del trabajo son los siguientes:

• El trasporte público como escaparate de la ciudad
• El autobús como altar
• El autobús como centro cultural y recreativo
• El significado de velocidad para el conductor y el pasajero
• El autobús como máquina del tiempo: de la ciudad al campo o el campo como ciudad Los pueblos que fueron obligados convertirse en parte de la ciudad/ voy a Puebla)
• El autobús como distinción de clase frente al automóvil privado. La necesidad del taxi para el proletariado)
• El autobús como tianguis y transporte de carga
• El autobús como pasarela de la moda(olores)
• El autobús como crimen y peligro (la cuenta, los permisionarios y los funcionarios)

*Ponencia presentada en el II Congreso Internacional de Psicología
Social, Octubre 2004, BUAP, Puebla. Este texto, en una versión modificada, apareció publicado con el título "Los Significados Colectivos del Transporte Colectivo" en el libro: "Psicología Social Desde la Periferia" de Juan Manuel Martínez Alonso, Abraham Galarza Cid y Alberto Moreno Rodríguez, Universidad Autónoma de Tlaxcala (ver este mismo blog)








¿Quién soy? Traducción Abraham Galarza Cid

¿Quién soy?
Who am I?
(Country Joe McDonald)

¿Quién soy?
Que se pregunta, esperando de pie, mientras
La rueda del destino lentamente hace polvo mi vida
¿Quién soy?

Hubo un tiempo en que tuve cosas amadas
Pero se fueron como en un sueño, llegue a creer que eran mías
Y todas las lagrimas secretas que entonces cayeron
Hoy arden adentro de todo lo que pienso
Los años perdidos, los años de crimen
Las pasiones un corazón tan ciego,
Hoy pienso en eso y aun
Estoy expuesto a esos sentimientos
Lamentos en el eco de mi soledad.

¿Quién soy?
Que se pregunta, esperando de pie, mientras
La rueda del destino lentamente hace polvo mi vida
¿Quién soy?

Que nada he hecho de mi vida
Las palabras vacías, las evasiones cobardes
Empujado y arrojado de mano en mano
Nunca atreviéndome a hablar, nunca atreviéndome a ser firme
Y los ojos vacíos de mis familiares me recuerdan una y otra vez las falsedades
Y las promesas y hazañas que nunca se cumplieron
Y nuevamente hoy quiero escapar
Pero no hay donde esconderme

¿Quién soy?
Que se pregunta, esperando de pie, mientras
La rueda del destino lentamente hace polvo mi vida
¿Quién soy?

Y ahora mi amigo nos volvemos a encontrar
Veremos quien de nosotros se doblega ante la mirada dorada de a muerte
Quien de nosotros pagará el precio
De vivir y quien morirá
Yo soy, mi amigo yo soy
Quien matará para vivir una y otra vez
Apretando la garganta de la dulce venganza
Porque la vida está aquí sólo para ser tomada

¿Quién soy?
Que se pregunta, esperando de pie, mientras
La rueda del destino lentamente hace polvo mi vida
¿Quién soy?
Country Joe and the Fish: Greatest Hits (1970)

lunes, 1 de noviembre de 2010

Sobre la idea de Alma* (1999). Abraham Galarza Cid

Es el momento en que tu sombra captura tu imperfección...


Hace aproximadamente 40 mil años un grupo humano, ya extinto, llamado hoy los hombres de Neandertal, caracterizados por poseer un gran cerebro en comparación con sus cuerpos, realizaron ceremonias funerarias que parecen asegurar el paso de esta vida a la otra: los cuerpos de sus difuntos eran colocados en posición fetal y cubiertos con un color ocre que aun se conserva en sus huesos, además, restos de polen indican que fueron ofrendados con flores y algunos utensilios de su vida cotidiana.
Cabe preguntarnos, ¿Estos extintos parientes nuestros creyeron en la existencia del alma? Si es así ¿cómo llegaron a concebir esta idea?
Considero que podemos entender el surgimiento de la creencia en el alma, tanto en los neandertales como en nosotros, partiendo de que tenemos formas comunes de experiencia cotidiana; y que de éstas se fue forjando la idea de alma, como una realidad fundadora del sentido de nuestra experiencia, capaz de trascender nuestros límites físicos.
Por otra parte, debemos tener en cuenta que la forma en que se organizan las conexiones neuronales en nuestro cerebro, hace emerger fenómenos tales como la sensorio-motricidad
Para apoyar esta propuesta retomamos la idea del Doble de Edgar Morin (1974), que él desarrolla para explicar el surgimiento de los símbolos y su relación con nuestra humanización.
El doble es un fenómeno de la vida cotidiana y que se presenta, por un lado, en nuestra sombra que siempre nos acompaña, que hace lo que nosotros hacemos, pero, aunque quisiéramos, no la podemos rebasar. El doble es, también, nuestro reflejo en el agua, similar a la sombra, aunque más frágil y fugaz.
De acuerdo a Morin (obra citada) el doble de la sombra y el doble del reflejo en el agua, son la primera manifestación simbólica humana: Tu imagen o mi imagen, aunque separadas de nosotros, nos representan. De ahí hay un solo paso para el surgimiento del mundo abstracto de los símbolos, que, por cierto tiene un desarrollo complejo posterior con la magia, a través del decir y representar simbólicamente algún aspecto del mundo. El doble es, por último, el doble de nuestros sueños.
El doble siente intensamente sus acciones en sueños, está en lugares que nunca ha visitado despierto, habla con los que ya murieron... pero, al despertar, esa realidad se desvanece, nos damos cuenta de que no nos hemos movido de nuestra cueva o nuestra habitación moderna en toda la noche.
Considero que los dobles del sueño son posibles porque las neuronas de nuestro cerebro (y las de los neandertales), pueden hacer conexiones específicas, localizadas en ciertas zonas que desvinculan lo sensorio de lo motriz (Maturana y Varela: 1996), haciendo posible el poder percibir un mundo imaginario que yo solo puedo ver, pero no manipular. No obstante, el contenido, el tema y especialmente el significado de los sueños, surge de nuestro mundo de interacciones sociales.
Cabe aclarar a qué llamamos mundo imaginario. Por consenso social implícito llamamos realidad a un mundo de percepción pública en dónde lo sensorio y lo motriz coinciden: al sentir, manipular, realizar acciones corporales sobre nuestras percepciones visuales, auditivas, etcétera, damos por familiar y seguro a tal horizonte de percepción, es decir, a nuestro mundo de percepción social.
Sin embargo, la interrupción de esta familiaridad, en los juegos, los sueños o el duelo, rompe con esta certeza perceptiva. Este mundo que se percibe, sin poder acceder motrizmente a éste, es el mundo imaginario.
El sueño, consideramos, ocupa un lugar privilegiado entre los dobles, porque en éste, aunque alterado, aparece nuestro mundo de percepción social que sirve de escenario para las actividades de los muertos: éstos siguen ocupados, como nosotros, en sus asuntos (de ahí las ofrendas de objetos cotidianos); aunque quizás algo alterados física y emocionalmente, no son tan distintos a nosotros en muchos aspectos, pues al hacer las mismas actividades continúan teniendo una estructura corporal similar a la nuestra, aunque sólo sean espíritus.
Al despertar, nosotros somos los desconcertados, pues una vez que estamos concientes ya no podemos conversar o abrazar a nuestros muertos, y damos por hecho la existencia de otro mundo al cual sólo tenemos acceso espiritualmente, es decir, desconectados de la motricidad, especialmente de la manipulación táctil.
Considero que estos fenómenos de la experiencia cotidiana fueron los que abrieron el camino a una parte de nuestra compleja vida cultural, trazando el camino para los mitos, religiones, filosofía, arte, ciencia y toda forma compleja de experiencia y representación simbólica, incluida la teórica.

Bibliografía
Maturana, Humberto y Varela, Francisco (1996). El árbol del conocimiento.Las bases biológicas del conocimiento humano Madrid, Debate.
Morin, Edgar (1974) El paradigma perdido. Ensayo de Bio-Antropología, Madrid, Kairós
*Publicado originalmente en el periódico "La Opinión Universitaria" de la ciudad de Puebla

Tomara Tiempo. Traducción Abraham Galarza Cid

Tomara Tiempo
It Takes Time
(Patti Smith / Fred Smith)

No existe ecuación
Que explique la división de los sentidos
Ni existe sonido que refleje
El destello del tiempo
En el comienzo del sueño,
Residencia del desorden,
Donde nos deslizamos para rodear al sol
Atados a modestos autos
Corriendo a través del silencio
Con fanfarrias de gloria
Puedes despedirte del mundo con un beso

Detenida afuera de la corte de justicia
En la lluvia
Parecías un alma perdida
De la catedral de los sueños
Con las manos llenas de imágenes:
Rostros infantiles
Fases lunares
Había algo insignificante que te molestaba
Transformaba las dimensiones de las calles,
Resbalaba la memoria,
Disipándola y perdiéndose
Como una oración en el sol

Algunas veces no puedes saber
Si estás despierto
O continuas durmiendo,
Vertiginosamente en
Calles interminables,
No todos los juegos te pertenecen
Ni la bondad de todas las miradas de algún ojo
Cuándo el alma se divide
¿Continua siendo la misma?
No existe ecuación que explique
El destino de una mano
Movida por el amor,
Dibujada por los murmullos de las sombras
Dentro de las matemáticas
De nuestro deseo.
Patti Smit /Fred Smith: Until the end of the World (1991)(Temas del film de Wim Winders)

domingo, 10 de octubre de 2010

Por siempre joven. Traducción Abraham Galarza Cid (Para Ernesto A. G. C.)

Por siempre joven
Forever young
Bob Dylan


Que dios te bendiga y te cuide
Que todos tus deseos se hagan realidad
Que siempre te preocupes por los demás
Y dejes que otros lo hagan por ti
Que puedas construir una escalera a las estrellas
Y que puedas subir cada peldaño
Que puedas ser por siempre joven
Por siempre joven, por siempre joven
Que puedas ser joven por siempre

Que puedas crecer para lo justo
Que crezcas para ser verdadero
Que siempre puedas conocer la verdad
Para que puedas ver la luz que hay a tu alrededor
Para que siempre seas valiente, manteniéndote firme y seas fuerte
Que puedas ser por siempre joven
Por siempre joven, por siempre joven
Que puedas ser joven por siempre

Que tus manos puedan estar siempre ocupadas,
Que tus pies siempre puedan ser veloces
Que tengas unos principios muy sólidos
Cuando el viento cambie de dirección
Que tu corazón siempre este gozoso
Que tu canción siempre pueda ser cantada
Que puedas ser por siempre joven
Por siempre joven, por siempre joven
Que puedas ser joven por siempre

Bob Dylan Planet Waves, 1974.

La epistemología salvaje de la vida cotidiana

Una visión fenomenológica-hermenéutica del sentido común en la vida cotidiana
Abraham Galarza Cid, Psicología Social, U. A. T.


(Publicado en "Entornos"Revista de divulgación de Ciencias Sociales, número especial de Psicología Social, Vol. 1. Año 8. Julio-Diciembre de 2003, UAT)




“Sostengo que la pregunta mas crucial que la humanidad enfrenta hoy es la pregunta acerca de la realidad. Y sostengo que esto es así, mas allá de que seamos conscientes de ello o no, porque todo lo que hacemos como seres humanos modernos, tanto como individuos, entidades sociales o miembros de alguna comunidad humana no social, implica una respuesta implícita o explícita a esta pregunta en tanto basamento para los argumentos racionales que usamos para justificar nuestras acciones. Incluso la naturaleza, tal como la traemos a la mano en el curso de nuestras vidas como seres humanos, depende de nuestra respuesta implícita o explícita a esta pregunta. En efecto, sostengo que la respuesta explicita o implícita que cada uno brinda a la pregunta sobre la realidad, determina como cada cuál vive sus propia vida, como también la aceptación o rechazo de los demás seres humanos en la red de sistemas sociales y no sociales que la integra”
Humberto Maturana






Las niñas lobo
En 1922 dos niñas bengalíes, en el norte de la India, fueron “rescatadas” de una manada de lobos, en la cual habían vivido desde que eran bebés. De acuerdo a los informantes de esa época, de seres humanos las niñas sólo tenían el aspecto anatómico, pues en los demás eran radicalmente distintas a lo que consideramos como humano: no caminaban bípedamente, se desplazaban como cuadrúpedos, estaban desnudas, no emitían ninguna palabra, comían carne cruda, y preferían la compañía de perros a la de seres humanos (Maturana y Varela:1996, p. 106). Consideramos que aquellas habilidades que damos por hecho como características propias de los seres humanos, las mismas que estaban ausentes en las niñas lobo, sólo pueden emerger en la sociedad humana. Recodemos la historia del Libro de la Selva, no en la novela de Rudyard Kipling, sino en la bonita versión de Walt Disney que nos presenta la misma situación: El niño abandonado a su suerte en la jungla salvaje, es educado por los lobos, sin tener jamás contacto con seres humanos, y, no obstante, años después, lo vemos caminando bípedamente, usando un taparrabos, llevando un gracioso peinado, hablando, y, según los orangutanes, es capaz de dominar el fuego. Esta leyenda moderna es una de las mejores expresiones acerca de lo que somos los seres humanos... de acuerdo al sentido común.
Diversas disciplinas, entre ellas la psicología social, quieren ir al fondo (que no al fundamento) respecto a la cuestión de por qué los humanos nos encontramos haciendo lo que hacemos en la vida cotidiana (el mundo fenomenológico que nos hace familiar el mundo).
Considero que la psicología social debe dar una alternativa al mito del ser humano como un ser dotado de facultades y habilidades sobre- naturales (a-históricas y meta-culturales), que tanto regocija a la especie humana. El estudio de la idea de mente nos puede ayudar a dar cuenta de lo que significa la experiencia humana.
La idea de mente, como algo intangible e invisible dotada con el poder de acceder a un conocimiento objetivo, ha resultado peligrosa para nuestra vida colectiva: nos ha apartado y enajenado, del curso de la naturaleza, y esto lo manifestamos en una moral religiosa que quiere ocultar la importancia de nuestro cuerpo; en la civilización que destruye de manera suicida nuestro entorno, y que nos hace insensibles a una parte de nosotros; en el salvaje capitalismo neoliberal que hace apología del individualismo, bajo el supuesto de que, lo que nos hace ser ciudadanos del mundo, es nuestra libre-conciencia individual. Gran parte del poder de esta idea, reside en su arraigo en el sentido común.
Así, pues, la crítica a la idea de mente individual, subjetiva y abstracta está basada, en primer lugar, en una concepción ético social de lo que nos hace humanos, en segundo lugar, en que lo social es la clave para comprender por qué tenemos el tipo de experiencia peculiar que nos hace humanos.

Considero que la idea de “mente”, en sus diferentes expresiones (espíritu, alma, conciencia, mente etc.) y doctrinas ( racionalismo, idealismo, empirismo, etc.), es clave para entender no sólo el sentido común, sino, también, ha configurado la forma en que planteamos los problemas de investigación filosófica y científica; del mentalismo se derivan las ideas de sujeto /objeto; objetividad/ subjetividad; metodología como medio de alcanzar la objetividad; epistemología como dilucidación de la relación fundamental representación /mundo; científicidad como objetividad; ontología como alcanzar el trasfondo verdadero que se sostiene al mundo a partir de la distinción realidad / apariencia, etc. Así, por ejemplo, en la investigación científica del lenguaje, se identifica con la tradición mentalista al plantear los problemas en términos de sujeto /objeto: “¿Cuáles son las relaciones entre lenguaje y pensamiento?”
Lo que caracteriza al mentalismo es la idea de que hay una instancia racional aislada y distante del mundo, el espacio de la interioridad, que, pese a estar separada de otra, la llamada realidad, la fundamenta: hablamos de nuestra conciencia racional, en la tradición racionalista, nuestra alma para el sentido común.
Al contrario de esta tradición, la fenomenológica-hermenéutica consideró, especialmente Heidegger y Merlau-Ponty, que los seres humanos nos encontramos en un mundo de acciones, constituyendo un sentido, pre-lingüístico y pre-reflexivo, a lo que decimos y pensamos, con nuestras propias acciones; sin la necesidad de atribuir esta familiaridad con el mundo a estados mentales concientes, o a las características intrínsecas de los objetos. El que no haya conciencia se refiere que no nos pasamos observando el mundo pasivamente, reflexionando y analizando sobre los vínculos que hacemos entre esa peculiar forma de percibir y lo que percibimos. Heidegger considera que en situaciones problemáticas graves que irrumpen en el orden cotidiano, hacen aparecer estados reflexivos-emotivos complejos, como la angustia ante la muerte; haciéndonos concientes de nuestras posibilidades como limitadas, tejiendo en un solo lienzo todas nuestras vivencias, y haciendo emerger un sentido existencial a lo que hacemos; que se expresa en el habla cotidiana, en el que abundan las expresiones que hacen nuestro mundo algo estable y permanente; el lenguaje científico contribuye a este esfuerzo humano, añadiendo las leyes que se aseguran este orden, y, finalmente, la indagación semántica nos confirma ese sentido, “curándonos “ de nuestra angustia. Consideramos pues, que la tradición fenomenológico-hermenéutica aporta valiosos elementos reflexivos para abordar un estudio del sentido común, al que, nos referiremos en ocasiones como “experiencia fenomenológica del mundo”, contrapuesto a la reflexión científico teórica, de origen filosófico-científico, a la que llamaremos “experiencia analítica”. Por estas razones, consideramos este potencial teórico debe dejar de ser considerado exclusivo de la filosofía, y ser incorporado en la tradición de la psicología social, sobre todo en el estudio de la vida cotidiana, como ya lo ha hecho Schutz, Garfinkel y otros, en la sociología.
Nuestra manera de reflexionar no esta exenta de paradojas. La perspectiva fenomenológica buscaba recuperar la vivencias “ingenua” de estar en –el –mundo, es decir, no contaminada por presupuestos reflexivos y científicos; no obstante, no podemos prescindir de éstos, La fenomenología tiene un punto ciego: no puede percibirse en el momento en que ve el mundo en forma ingenua, esto no se puede explicar, solo lo podemos experimentar viviendo. La fenomenología tiene la misma prohibición que Orfeo, cuando sale del infierno, rescatando a su esposa Eurídice de la muerte: al voltear a verla, desaparece. Tal es la prohibición que nos hemos vistos obligados a transgredir al incorporar la mirada teórica para auto-conocer nuestra experiencia, ya que, como reflexiva, es crítica, analítica y abstracta, y no obstante, es la única que puede dar cuenta, de una forma plausible, de lo que hacemos cotidianamente, y, por otra parte, debemos considerar que la ciencia es una versión sistemática y disciplinada de lo que hacemos en la vida cotidiana. Por cierto, consideramos que las paradojas son la expresión de ese sentido nunca acabado, frágil, con el que experimentamos la vida misma, mientras que el pensamiento “lineal”, de la metodología científica, en ascenso constante al progreso, sería un esfuerzo, sin sentido, por escapar a esta condición de finitud.

El supuesto de la objetividad en la tradición racional y científica
En este apartado desarrollamos la tesis según la cual, la búsqueda de objetividad, lleva, paradójicamente, a el arraigo de la idea de mente en el sentido común, pues a partir del supuesto de una “realidad en sí”, la experiencia humana, fenomenológica desaparece, pues esa parece ser la condición imprescindible para acceder a la verdadera realidad.
La Objetividad es la idea de que existe un mundo independiente y separado de nuestra estructura de cognición-cultural.
Este “mundo objetivo” ha sido descrito por las ciencias de la naturaleza, especialmente por la física, y se caracteriza por postular la existencia de hechos que deben ser constatados con la mayor fidelidad posible por nuestros sistemas e instrumentos de observación y de medición, con el afán de no introducir elementos ajenos a la estructura del objeto, llamaremos a este objetivismo “Tangible”
Otra forma de objetivismo se manifiesta en el campo de estudio de la filosofía; éste sostiene la existencia de entidades objetivamente significativas llamadas trascendentales, que nos son otras cosa más que categorizaciones que, se pretende, han sido concebidas al margen de cualquier contexto cultural, pues se consideran de validez universal, esto es, que son significativos al margen de la experiencia humana cotidiana.
El siglo xx vio el descrédito de la filosofía y el afianzamiento del objetivismo científico como forma fundamental de racionalidad moderna. El objetivismo “tangible” gana rápidamente el consenso de las comunidades científicas y del sentido común ante el empuje contundente de este tipo de experiencia. El objetivismo filosófico es reducido a mera especulación, a una mera invención humana que está lejos de representar al mundo (tangible) objetivo.
No obstante la suerte desigual de ambas formas de objetivismo, consideramos que ambos comparten las mismas raíces: La idea que los hermana es que hay realidades y significados al margen de las estructuras y actividades que los agentes cognitivos realizan en la historia de sus vidas. Estas tradiciones se desarrollaran bajo el nombre de racionalismo y empirismo.
La tradición filosófica racional griega consideraba que la opinión, Doxa, y el cuerpo, no nos ayudan a conocer con claridad, más bien, al contrario, distorsionan la realidad que queremos conocer si es utilizada de manera inconsciente, sin un método que nos prevenga de sus efectos
En la Filosofía racionalista (desde Parménides y Heráclito, pasando por Platón hasta Descartes), son lugares comunes las advertencias contra la doxa y la corporeidad del conocimiento que pretende ser objetivo: “Los sentidos nos engañan” “Para las opiniones de los mortales hay ninguna garantía”. Este rechazo se deriva de la idea de que sólo el pensamiento racional nos permite el acceso a las cosas “tal y como son en sí”. Es decir, para esta tradición, si queremos alcanzar un conocimiento claro y preciso de las cosas -objetivo- hay que superar o suprimir las limitaciones peceptúales, emocionales y culturales de los agentes que conocen, de esta manera la opinión a o doxa es particular y accidental, por ende limitada.
La Razón, por su parte, es Universal y Necesaria, es la superación de la opinión. ¿Cuáles son los motivos profundos de esta visión omniabarcadora?
Para los antiguaos griegos el Ser es concebido como el centro cósmico del universo: le brinda coherencia, continuidad, estabilidad, permanencia y unidad. El caos retrocede ante su presencia ordenadora. Por otra parte, aunque el ser se manifiesta por todas partes es invisible, se capta reflexivamente a través del pensamiento, nunca por el sentido común. La estructura del ente que se refleja en nuestro conocimiento racional es universal, necesario e inmutable, es decir, que tiene un solo significado y éste no está sujeto a interpretación alguna. Los pitagóricos concibieron que el mundo estaba estructurado de una manera armoniosa y proporcionada: el movimiento de los astros, el vibrar de los sonidos en la música, etcétera, guardan una proporción geométrica y aritmética entre sí que les otorga estabilidad en medio del caos de nuestras percepciones. Para ellos las matemáticas son la estructura oculta que ordena el mundo y lo hace ser lo que es, y este ser solo es accesible al intelecto puro, no al cuerpo. Es decir, que las estructuras geométricas no se manifiestan como entidades, sino como ideales.
Platón consideró que, ante la multiplicidad de percepciones y nombres para las cosas, y la confusión que ésta implica, debe existir un modelo general o patrón llamado Idea: eidos, una categoría madre de la cual se derivan copias imperfectas, manifiestas en el sentido común, El eidos salvaguarda del caos de la multiplicidad de significados a nuestro conocimiento racional del mundo. No obstante, la mayoría de la humanidad, con nuestro sentido común, toma por realidades las imágenes derivadas. Solo a través de nuestra alma racional pura, es decir, superando la doxa, consideran los platónicos, podemos tener acceso a las estructuras ocultas y verdaderas de la realidad.
Por su parte Aristóteles, propone reglas precisas de definición y argumentación que permitan llegar al mutuo acuerdo a través de los conceptos. Con él comienza la formalización del pensamiento y de la idea de formar representaciones adecuadas de las cosas y de la realidad en general. Los conceptos surgen no de la experiencia cotidiana, sino de una dura disciplina mental.
Bajo estos lineamientos el pensamiento ontológico griego se convierte en filosofía de la conciencia; las esencias ideales se transforman en categorías de la conciencia o subjetividades constitutivas del mundo. Una vez dispuesto este fundamento para asegurar la racionalidad hay que instaurar mecanismos y reglas metodológicas que depuren al sujeto de su anclaje en lo condicionado y contingente.
Por otra parte, el objetivismo científico, pese al énfasis que pone en la experiencia corporal, también tiene desconfianza hacia ésta, razón por la cual completa la parte metodológica de racionalismo en cuanto a la depuración del sujeto. Por ejemplo, Francis Bacon (1561-1626), pionero de la metodología científica empírica, en su obra Novum Organum, dedica varios aforismos de ésta para prevenirnos de los “cuatro ídolos falsos del conocimiento”: el ídolo del teatro (las representaciones meramente intelectuales) y el ídolo del mercado (las discusiones eruditas pero inútiles), son dedicadas a demoler la filosofía escolástica medieval. Sin embargo la idea central en los otros ídolos, nos sugiere que podemos acceder a un conocimiento objetivo, sólo si abandonamos nuestra perspectiva cotidiana. Así el ídolo de la caverna representa la “oscuridad” presente en cada persona, manifiesta sus deseos, rencores y prejuicios personales, los que impiden ver “objetivamente”, debido a nuestra tendencia a ser poco críticos con nuestra persona, mientras que el ídolo de la tribu hace referencia a la actitud irreflexiva con los que asumimos los puntos de vista de nuestra comunidad, sus valores, su forma colectiva de percibir, su forma de educarnos y darnos habilidades etcétera.

Las directrices del programa de Bacon se complementaron a través de los siglos, surgiendo una forma de experiencia analítica (especializado y localizada) estandarizada (con sentido unívoco) que permite el consenso de las comunidades científicas. Esta tendencia alcanzó su madurez con la matematización universal de los saberes, iniciada con Descartes y Galileo. Nuevamente el común acuerdo de la racionalidad sacrifica la visión cotidiana.
No obstante lo anterior, las matemáticas surgen de las interacciones sociales cotidianas de los pueblos agricultores, por ejemplo, con la geometría se redistribuía el espacio de sus territorios luego de una inundación del Nilo. Pero, según el filósofo escolástico F. Copleston (1981: 31) este conocimiento vivencial, tal y como llegó de éstos, no pasa de ser una serie de procedimientos “empíricos” rudimentarios utilizados para obtener resultados prácticos. Lo que los griegos hicieron fue conceptualizar, sistematizar y generalizar estos procedimientos hasta darles forma de axiomas que se enlazan sistemáticamente de forma a priori. Podemos notar que las entidades abstractas se deriva de un mundo de vida, las acciones cotidianas y de sentido común como la medición, el cálculo, etcétera, se vuelven entidades ideales al dejar de lado todo su contexto social.

Tanto el objetivismo científico como el filosófico dependen del supuesto de la existencia de entidades abstractas; en el caso de la filosofía, la modernidad se desarrollará por los intentos de fundamentar la idea de un sujeto racional objetivo, libre de limitaciones corporales o culturales que, al operar constituye un mundo de sentido, como una mirada que todo lo abarca sin limitaciones, infinita como el ojo desencarnado de Dios. Mauro Ceruti ha observado que esta aspiración a lo incondicionado o absoluto, tiene una continuidad que va desde el racionalismo clásico griego, y el cristianismo, pasando por la filosofía hasta la ciencia:

“Ante todo se afirma la finitud del conocimiento humano, y esta finitud se define en relación con la infinitud y omnisciencia del conocimiento: este ultimo se convierte en el ideal normativo respecto del cual se define la dirección del progreso de la ciencia humana. Así en las raíces de la ciencia moderna encontramos esta idea de crecimiento del saber como aproximación asintótica a una verdad y a un punto de vista de conocimiento total (Watzlawick:1995, p.36)

Con estas premisas queda claro el sentido de “objetividad” para el pensamiento filosófico y científico: son estructuras en las que no participamos al construirlas, pues si lo hiciéramos perderían su imparcialidad. Las estructuras racionales del mundo, el ser de la filosofía, es un trascendens, una presencia con sentido y organización inherente que nos sale al encuentro.

Descartes o la epistemología del sentido común
Descartes, con su filosofía de la conciencia, llega a la cumbre de la tradición racionalista en la búsqueda de objetividad. En su trayectoria va limpiando de todo rasgo de contingencia (cuerpo, lenguaje, sociedad, historia), que opaque la trasparencia del conocimiento. Su búsqueda intelectual puede resumirse en su famosa frase “pienso, luego existo”, consideramos que esto quiere decir que, antes de ser “existencia” (cuerpo, deseos, limitaciones de perspectiva, prejuicios, cultura, etc.) soy “pensamiento” (evidencia, análisis, no contradicción, inferencia lógica, etcétera). Descartes es el mejor exponente de esa búsqueda de certeza que acaba por suprimir la corporeidad y la cultura.
Descartes parece comenzar a hacer su filosofía a partir de estas preguntas “tengo estas creencias, ¿Cómo puedo ir mas allá de ellas para ver si realmente son ciertas?, ¿Cómo puedo saber cuales son prejuicios? (Magee,1990:101). No obstante, su filosofía es, consideramos, una clara representación de lo que es el sentido común, en el mundo actual, pues en ambos encontramos las siguientes características compartidas:
• La dualidad mente cuerpo
• Una idea abstracta de persona, pues la corporeidad, la sociedad, la historia y la cultura no son indispensables para su constitución
• La idea de Dios como fundamento y clave para nuestra relación con el mundo
• Dios o un Trascendens como máximo criterio de imparcialidad y objetividad


Como es bien conocido, el método de Descartes es “la duda” que no es otra cosa que llevar el escepticismo hasta sus últimos elementos fundamentales, es decir, es una forma de procedimiento que privilegia nuestra experiencia analítica, que nos hace ver elementos simples que ya no es posible descomponer en elementos más sencillos. Recordemos que analizar es separar, descomponer, des-integrar; operación que realiza hasta encontrar lo que cumple con ese criterio: Un estado mental llamado certeza que ya no es posible descomponer en otras partes más simples.
Así, comienza por analizar todas nuestras creencias, suposiciones, convicciones, conocimientos, etc. Su ataque analítico se dirige en tres direcciones:

1. Cuestionando “el saber tradicional recibido”, es decir, la cultura con toda su herencia de prejuicios; Descartes no encontró nada esencial en ésta; la cultura se desintegra con la potencia de su escepticismo (véase el “Discurso del método”)

2. Cuestionando nuestra corporeidad, análisis que, a la vez, se divide en:

a) Cuestionar la certeza de nuestra percepción, es decir, si los sentidos nos proporcionan una idea exacta de las cosas; por ejemplo, si nuestros sentidos nos permiten distinguir la realidad del sueño. Descartes señala que no podemos hacer esta distinción, con certeza, tan solo con los sentidos. (Meditaciones Metafísicas).
b) Cuestionando la existencia del cuerpo, sin que esto signifique nuestra extinción total, por ejemplo, si pierdo un brazo, ¿Yo sigo siendo Yo? La respuesta es afirmativa; Podemos seguir imaginándonos prescindiendo de todas nuestras circunstancias, imaginándonos, inclusive, como siendo algo sin tener cuerpo. Lo anterior implica que nuestra corporeidad no es esencial a lo que en realidad somos. (Meditaciones Metafísicas)
c) Habiendo cuestionado la existencia esencial del cuerpo, queda nuestra conciencia; la duda se dirige, entonces, a cuestionar la resistencia de nuestra conciencia para ser manipulada; Esto es lo que sustenta el argumento del Genio Maligno, es decir, cuestionar la mismísima posibilidad de un conocimiento objetivo; no obstante, Descartes no lleva hasta sus últimas consecuencias esta idea, pues confía en la existencia de Dios como una entidad buena y racional, incapaz de engañarnos, para lo cual propone argumentos lógicos de su existencia y su bondad, lo cual, lo lleva a pensar que las ideas que Dios pone en nosotros son verdades objetivas y no están sujetas a controversias. De acuerdo a lo anterior, la relación entre el conocimiento cierto y objetivo, entre conciencia y mundo, está asegurada por Dios, del cual proviene todo, o lo que es lo mismo, Dios es la estructura racional objetiva.

De los puntos anteriores se derivan las siguientes consecuencias:
1) Descartes concibe el Yo como un conjunto de fenómenos, pensar, percibir, etc. Sin embargo, su facultad más importante es la capacidad de dilucidar todos los procesos racionalmente es una sustancia pensante, Res Cogitans.
Los estados mentales solo pueden darme una certeza de mi yo (existen por que yo lo pienso, es decir, son estados privados), pero nada más.
2) Somos personas, con todos sus atributos, al margen de la existencia de otras personas, es decir, que somos una esencia metafísica.

3) Que la manera de vincularnos a otras personas es de manera abstracta, es decir, que la existencia de personas y sus estados mentales, los deducimos por analogía con nuestro Yo.

Descartes prepara el terreno para hacer del cuerpo un objeto de análisis y cuantificación, sometiéndolo a la necesidad causal; Convirtiéndolo, ya no en una experiencia viva, sino en una máquina animada, una cosa del mundo objetivo; mientras que hace de la conciencia, la instancia fundadora del mundo, una conciencia sin origen ni procesos que la generen, y en la que sólo habitan ideas universales y vacías.
Respecto al cartesianismo diremos, para concluir, que, pese a estar muy arraigado en el sentido común de las masas, en Occidente; el sujeto cartesiano no tiene nada en común con el individuo reconocido en cualquier sociedad, que es socialización, corporeidad, cultura, experiencia y finitud; el sujeto cartesiano es, mas bien, un sujeto universal, es decir, no es nadie.

Heidegger y la estructura del mundo de la vida cotidiana
No obstante el peso de la tradición objetivista en la filosofía y la ciencia, habría que preguntarnos radicalmente ¿El mundo está constituido por objetos? ¿Requiere nuestro modo de relacionarnos con nuestro entorno de una mente subjetiva individual?
La fenomenología intentó acabar con esta visión, destacando la idea de vivencia primordial en un mundo-de–vida o Lebenswelt que es anterior a toda consideración abstracta; Extrayendo como consecuencia que la actividad reflexiva y científica no es fundante del sentido, sino que es, mas bien, una construcción de segundo orden que extrae su fuerza de un mundo pre-reflexivo ya dotado de sentido. Sin embargo, la primacía de la contemplación desinteresada de la conciencia, presente en la fenomenología, expulsa del Lebenswelt a la vivencia, prestándole una exagerada atención a la idea de conciencia, haciendo de la fenomenología una variante del neokantismo, del que sólo se diferencia por sintetizar vivencias-a priori; volviendo a traer, a primer plano, el dualismo sujeto-objeto.
Heidegger piensa, que efectivamente, hay un vínculo entre Ser (o mundo de significados que le dan “mundaneidad” al mundo) y lo humano, pero habría que expresar esta relación ya no en términos de conciencia. Hay que recuperar la vivencia fenomenológica, pero radicalizándola, para indagar de nuevo sobre el ser.
Heidegger no se pregunta por el origen trascendental del conocimiento, ni habla de conciencia, o de datos sensoriales; Tampoco habla de la sustancia del Ego, ni habla de hacer reducción trascendental. Contrario a todas estas pretensiones, él propone una nueva terminología con la que pretende dejar atrás las categorías esencialistas del sujeto-objeto. Para comenzar, considera que hay algo previo a la conciencia: la existencia.

Heidegger llama a ésta Dasein, que significa existencia o también, estar ahí o estar aquí. Dasein no es un nombre nuevo para la conciencia, sino una compleja estructura viva temporal y fáctica en la que aparecen horizontes de sentido. Lo que caracteriza al Dasein es su arraigo mundano, o estar o ser- en-el-mundo.

Estar-en-el-mundo no significa contacto físico (una conciencia relacionada con objetos, de manera abstracta) sino estar ya familiarizado con una totalidad de sentidos y habitando un contexto de significaciones. Cuando Heidegger examina la forma en que las personas nos relacionamos con el medio, encuentra que no es una relación de sujetos con objetos. El conocer cotidiano, el estar-en-el-mundo, prescinde de la necesidad de estados mentales concientes, como el deseo, la creencia o el seguimiento de una regla, es decir, nuestra experiencia cotidiana no es la de una conciencia intencional. (MacGee: 1990) La conciencia racional no desempeña ninguna función fundadora de sentido; si fuera así, espontáneamente, sin necesidad de educación especializada, experimentaríamos el mundo como relaciones causales, percepción analítica, y también de forma espontánea nos expresaríamos a través de razonamientos lógico deductivos y guiados por el principio de no-contradicción, etc.

La existencia cotidiana es el horizonte desde el cual se abren otros horizontes; son los actos de la vida cotidiana o existenciales los que articulan al Dasein: nuestras tareas, aún las más ordinarias, y sus dificultades; Además, las emociones que nos ligan al mundo, como la soledad, el tedio, o nuestras evasiones que, al momento de manifestarse, articulan un mundo de sentido. Para llegar a la comprensión del ser primero hay que comprender el ser del ente que es cada uno de nosotros. Sólo así caeremos en la cuenta de que el mundo no está compuesto de cosas, sino que el-ser-cosa es, tan sólo, un carácter ontológico parcial y temporal del ser.
En su obra de 1927, Ser y tiempo (Heidegger: 1951 Cap. 5), para iniciar el rescate de la comprensión del Ser, comienza con el estudio de las determinaciones de la existencia, que se manifiesta en la triple estructura existenciaria: Befindlichkeite o encontrase; Verstehen o comprensión, Rede o habla. De forma sintetizada el análisis de las estructuras de Dasein puede ser resumido así:

a) Verstehen o comprensión: El Dasein vive en un estado de tal familiaridad y confianza con el mundo, que pierde de vista el origen del sentido de éste. Esta familiaridad se manifiesta, cotidianamente, en acciones como subir escaleras, abrir puertas, escribir o utilizar herramientas, etcétera. No tenemos que pensar cómo vamos a realizar estas acciones. A esta forma familiar de percibir, Heidegger la denomina “estar-a-la-mano” (que no es más que la espacialidad que habitamos los entes, y no tanto un espacio físico matemátizado y abstracto) Y, a los entes con los que interactuamos, los llama útil. El “ser-útil” no es un objeto, sino una forma de Verstehen es decir, es un significado que el Dasein realiza al emplearlo, por ejemplo, al escribir realizo el ser de lápiz, como si la inteligencia estuviera en el movimiento de mis dedos, mientras el resto del cuerpo, y mis pensamientos están ocupados en otros asuntos, es decir, no me formo representación racional alguna, en la mente, de esta tarea. El Dasein necesariamente realiza el ser de los útiles, pues al hacerlo reproduce sus condiciones de existencia.
Lo que nos posibilita esta acción no es un saber teórico o algo que este en la mente, sino un mundo de prácticas compartidas.
Solo sí algo falla en nuestra tarea, nos convertimos en sujetos concientes: vemos a los entes, por vía de su representación, como sustancias compuestas de propiedades estáticas inherentes que podemos abarcar por vía del análisis; Esto lo hacemos, no con el fin de alcanzar una meta trascendente, sino para retornar, rápidamente, de nuevo a nuestro espacio familiar “a-la-mano”. Por ejemplo, sólo al descomponerse un útil se nos manifiesta, analíticamente, su entramado de relaciones que lo constituyen. Pero el estado reflexivo no nos ocurre frecuentemente: la mayoría de las veces nos movemos en un mar de significados al que no prestamos la más mínima atención. El ser reflexivo no es una característica esencial de nuestra existencia.
Cuando una actividad es detenida por una pérdida, se da una ruptura parcial o general de nuestras posibilidades de acción y así descubrimos que su ser útil está determinado por un sistema de relaciones. Más profunda es nuestra comprensión cuando sufrimos una pérdida vital, por ejemplo, una propiedad, el trabajo, o una parte de nuestro cuerpo o más aún, perdemos a una persona; estas ausencias nos ponen en claro, con radical crudeza, la finitud de nuestro ser.
b) Befindlichkeite: encontrarse o, también, estado de ánimo o situación afectiva. El encontrarse es una forma de comprensión, pues los entes no sólo poseen un valor útil o teórico, sino, también, emotivo, por el cual se nos hacen importantes, atractivos, aburridos o amenazantes, la comprensión va enlazada con diversos tipos de emociones, del tedio, pasando por la excitación, a la angustia. (En la metafísica, recordemos, el conocimiento, para ser objetivo, debe desligarse de la afectividad). Befindlichkeite no es un estado mental privado, sino surge de lo que la sociedad ofrece, pues esta abierto a la comprensión de otros. El Befindlichkeite es aprendido.

c) Rede o habla, también conocido como discursividad, para el Dasein el mundo se manifiesta como un texto del cual realizamos su significado al leerlo: El mundo siempre aparece para el Dasein como pre-articulado, como si todo estuviese dispuesto como contexto de nuestras relaciones (ya vimos que asumimos esa articulación de sentido con nuestra acción y nuestra situación afectividad) Nuestras acciones conectan y articulan un mundo de referencias, al escribir con el lápiz realizo su significado como lápiz, pero además, estoy escribiendo para alguien, etc. Todos estos modos de realizar el ser de los entes con nuestra acción y nuestra afectividad, Heidegger las llama habla. Por habla no hay que entender no sólo el lenguaje y las conversaciones, sino, más bien, que todas nuestras acciones están articuladas con sentido, y no puede haber sentido al margen de esta articulación del Dasein. Más aun, cuando hablamos de lo que hacemos y “reflexionamos”, articulamos más profundamente, pues, por un lado, articulamos mejor las posibilidades de los útiles con otros Dasein (el hablar para poder trabajar), y, por otro lado, hacemos articulaciones que otros ni sospechan (en los mitos, las teorías, etcétera) Los útiles tienen signos o instrucciones para realizar su significado, por ejemplo, las puertas tienen chapas para abrirlas; Tal es su condición de ente pre-articulado.

¿De dónde vienen los significados que el Dasein vive? De nuestra participación irreflexiva y a-crítica en cierto mundo histórico y cultural.

En la vida cotidiana estamos orientados hacia el futuro, haciendo algo, con el fin de obtener algo después, Heidegger llama a esta situación existencial Bersogen, que significa preocupación o “cuidado-por “. Por ejemplo, ahorrar dinero para una vejez tranquila; los cuidados-por no son ocurrencias mentales espontáneas e individuales, éstos surgen de lo que disponemos en la cultura. Los otros nos enseñan a orientarnos en el mundo y en el tiempo (que, por cierto, no existe al margen de estas preocupaciones). Los cuidados-por son compartidos (Verstehen, Befindlichkeite, Rede son modos de Bersogen). El Dasein está siempre en un espacio de posibilidades existenciales que es la cultura.

El Dasein se hace humano, no por el simple hecho de nacer, sino cuando la sociedad nos enseña habilidades, humores y significados compartidos, desde caminar, hablar o vestirnos. Esta red de significados es la que estructura al mundo como mundo. El mundo no es la suma de cosas, sino una red de significados. El carácter mundanal del mundo, el que posibilita que los entes se manifiesten como entes, sólo aparece en el horizonte de preocupaciones del Dasein.
Toda comprensión sólo es posible por su pertenencia a una estructura previa, por estar arrojado a un mundo de significados previos, históricos: por asumir el pasado como posibilidad propia. Estas consideraciones hacen importante dilucidar el problema de la temporalidad.

Al plantear el problema de la unidad de la totalidad de estructuras del Dasein se pone en claro que el Dasein solo puede ser una temporalidad hermenéutica por su preocupación por el tiempo y la finitud. Lo que nos hace Dasein, también nos oculta el sentido del ser; Un mundo de saberes, preocupaciones y prácticas compartidas, que damos por lo dado, pues se han constutuído colectivamente, pues vivimos bajo el anónimato de “se” (“se dice” “se sabe”, etcétera), nos hacemos Dasein repitiendo lo repetido sin asumir nuestras propias posibilidades, es lo que Heidegger llama existencia inauténtica. Es inauténtica porque no asumimos que nuestra existencia, lo que hacemos de nuestra vida, son meras posibilidades sociales; y son posibilidades que nosotros y nadie más, articulamos con nuestras decisiones, y que, al tomar un camino, cerramos otras posibilidades. La muerte es mi posibilidad más propia: de todo lo que hago o quiero hacer en mi existencia, sólo la muerte tiene la certeza de realizarse puntualmente. Aunque la muerte no es una dimensión que se pueda experimentar mientras dure la existencia, no obstante nos podemos sentir arrojados anticipadamente a ella, y experimentar su significado como carencia de significado bajo la presión de una amenaza, una enfermedad, un desastre, o por la muerte de un ser querido. La comprensión de que todas las redes que articulamos nos encaminan en un ser-para-la-muerte nos develan que nuestra existencia no es cosa lograda, sino que siempre está en juego. Ella me remite a mi ser original, a mi olvidado fundamento en el mundo, me recuerda que no soy solo conciencia, y que, aún ella, es parte de ese sistema de relaciones que es el mundo. La muerte nos devela nuestra fragilidad, y que no depende de nuestra voluntad conservar la existencia. La angustia (y no el miedo, que es algo pasajero y provocado por un ente particular) es la forma de comprensión más acabada del sentido del Ser. La comprensión del Ser es como salir del mundo habitual de significados, nuestro hogar, y estar fuera lo vivenciamos como una caída total fuera del mundo en el que vivimos anónimamente (“No estar en casa”, lo llama Heidegger). El ser-para-la-muerte, como forma de comprensión autentica, arranca de la existencia cotidiana al Dasein y lo dirige a la comprensión de su existencia, y cómo ahora sabe que su existencia articula un sentido total que es el mundo, lo lleva a la comprensión de que el Ser no es presencia eterna ordenadora, sino que lleva la marca de finitud y contingencia de los que lo evocan… Es decir, que la muerte nos hace comprender la delimitación espacio-temporal de mis posibilidades, pero evadimos esta situación existencial minimizándola de diversas maneras. Sobre todo, ocultándonos en el anonimato de la masa desconocida. Evadimos nuestras más autenticas posibilidades en la insignificancia: al desvirtuar al lenguaje con las habladurías, a el deseo con avidez de novedades que nunca satisfacen, provocando en nuestro ánimo ambigüedad y aburrimiento (Heidegger, 1951 cap. 5, parte 2).

Heidegger considera que, si el individuo aceptara sin reserva su mortalidad, se abriría a su dimensión más propia, que hoy es sofocada por el anonimato del se. El ser-para-la-muerte es la articulación más profunda, es la comprensión de que toda la red de significados nos llevan, no a una trascendencia, sino al carácter finito e histórico de nuestros pensamientos, emociones, actitudes, valores, ocurrencias.... La temporalidad inauténtica aparta la vista de nuestra finitud, deseando que de alguna forma misteriosa nos apartemos de esta red de significados que nos llevan a este fin, inventado el mito del sujeto inmortal y absoluto (por su individualidad), que ancla su intemporalidad en categorías trascendentales, es decir fuera de todo contexto de tiempo y espacio social y cultural.

La función “epistemológica” de la muerte dota a la existencia de una visión de la totalidad de su ser; La existencia se constituye como un eje temporal: del presente vivo y original, hacia un futuro que se realiza en el instante, y que solo en el ser-para-la-muerte se convierte en un todo. El tiempo es la articulación de todas las posibilidades del Dasein, revelando esta totalidad como eso: pura posibilidad o poder-ser que no esta anclado en ninguna necesidad ontológica que la fundamente, pues nuestra existencia, al estar anclada en un ser social, cultural e histórico, es meramente fortuita. El ser-para-la-muerte del Dasein confiere a la existencia de un contexto que no se puede resolver en una nota, la conciencia por ejemplo.
El Dasein es totalidad hermenéutica porque vive continuamente la posibilidad de no ser ya un-ahí. Al respecto dice Vattimo: “el fundamento del Dasein es su falta de fundamento” (Vattimo: 1986).
De acuerdo con Vattimo (1986), aunque el tema de la muerte parece desvanecerse en la obra posterior a Ser y Tiempo, este sigue siendo una connotación implícita importante en su obra posterior, pues el desarrollo del Ser como historicidad, que anuncia en su segundo periodo, lleva la marca de la finitud y la temporalidad.

En Ser y Tiempo consideraba como universales algunas de las características del Dasein, por ejemplo, la angustia, que surge con la anticipación de la muerte; sin embargo, de acuerdo a la segunda época, la angustia es un existencial relativo a una forma histórica (finita) de concebir el ser.

El cristianismo otorgó sentido a la muerte al concebirla como el umbral que nos comunica a otra forma de vida; con esta concepción brindaba consuelo ante este acontecimiento traumático.

Pero el pensamiento moderno socava los valores de eternidad del cristianismo, haciendo del sentido de la vida humana un asunto fortuito; Éste nos lleva a concebir la muerte como algo totalmente carente de trascendencia. La experiencia nihilista del Ser no es una característica intrínseca al Ser, sino, tan sólo, la forma de experiencia humana a la que hemos llegado en la accidentada historia del Ser.

La carencia de sentido del Ser, es decir, como ausencia de fundamentación metafísica es un rasgo temporal de la experiencia humana. Los sentidos del Ser son aperturas constituidas por la experiencia humana colectiva anclada a determinados mundos de vida; por lo tanto, no pueden rebasar el marco de ese horizonte.

El pensamiento del Ser se trasmite generacionalmente por el lenguaje; bajo la luz de múltiples referencias aparecen nuevas perspectivas que se suceden, niegan y desvanecen. El único rasgo que permanece presente en todas estas maneras de pensar es su caducidad.
En nuestro tiempo el ser se concibe como objetividad, es decir, que la reflexión del Ser prepara al mundo para su separación de nuestro ser social, y, al mismo tiempo, para su manipulación total por la técnica, esta última es la expresión máxima de la metafísica o filosofía occidental, pues ésta sólo es posible cuando se ha desvinculado de todos sus contextos.
Paradójicamente hoy se niega la objetivad de entidades como, por ejemplo Dios; llevando a experimentar esta falta de fundamento, ab-ground como un abismo abgrund-. Como un universo abandonado por los dioses.

Lo anterior, considero, lleva a Heidegger a expresar que el Ser es un acontecimiento (Ereignis) que, simplemente, nos sucede; pues, si intentamos dar cuenta exhaustiva del fundamento del Ser, caemos en la cuenta de un mundo que es objetivo desde una perspectiva científico-técnica, y que, al ampliarse esa perspectiva a todo lo que hacemos, sentimos y creemos, es totalmente carente de sentido.
Conclusiones
Hemos visto que la exigencia de objetividad en las ciencias y en la filosofía, derivaron en una forma de concebir nuestra racionalidad de manera descarnada, espiritual como un fantasma, y a la conciencia humana, sede de esta racionalidad, como una nueva forma de divinidad, fundadora del sentido del mundo.

Nietzsche, Heidegger y otros han visto en los ideales de racionalidad humanista una oculta voluntad de poder, es decir, somos humanos por que hay en nosotros algo sobre-natural, somos humanos por que “descubrimos” la legalidad subyacente al mundo, y al mismo tiempo nos sustraemos de ésta con nuestra libertad de conciencia.

Si nos hemos destacado por nuestras construcciones culturales, frente a las otros especies, es gracias a nuestra historicidad y facticidad: desde nuestro accidentado y complejo pasado animal, desde el humilde animal unicelular, con percepción sensorio-motriz, hasta la complejidad de los animales sociales; todos estas fases han contribuido a la articulación de un sentido pre-reflexivo, que preparan el camino para nuestra humanización (Merleu-Ponty, Maturana, Varela y Edgar Morin han estudiado este aspecto de nuestra condición humana).

Este camino no ha surgido de una ruta trazada teleológicamente; lo que somos se debe mas a casualidades y a caminos históricos truncados: esto debería ser suficiente para advertirnos de la fragilidad de nuestra posición actual en la naturaleza.

Como seres sociales, hemos emergido humanizados, pero ahora las unidades mentales no se reconocen en su humanidad natural y su humanidad social, pretendiendo sacrificar a éstas frente a los intereses de individuo (entidad metafísica que tiene su legitimidad en la política y en la economía): el sacrifico de la naturaleza, y el excesivo e innecesario acumulamiento de riquezas, que privan de lo indispensable a plantas y animales, y a la mayoría de la humanidad, son la manifestación cotidiana de esta racionalidad enajenada que se concibe desligada de todo compromiso con la naturaleza y con otros hombres, es decir, desligado de esa compleja red de relaciones que la convirtió en un ser vivo, inteligente y con posibilidades de acción inéditas.

Somos los únicos seres vivos, que con la conciencia que nos dan nuestras propias descripciones semánticas, podemos hacer del sentido común algo mas que una inteligencia salvaje y ciega; podemos hacer de nuestra sociedad , (con conciencia y compromiso ético y de reciprocidad sobre la herencia que hemos recibido), un mundo social inteligente que se auto-regule racionalmente, buscando las adecuadas correlaciones para mantener nuestros equilibrios para que todo ser vivo, humano o no, tenga los mejores posibilidades de desarrollo.

Sabemos hoy que ni el espíritu racional es inmortal; nuestro planeta y el sol, algún día no podrán sostener sus equilibrios y la vida se extinguirá, por lo menos bajo la forma en que lo conocemos hoy.

No obstante, nosotros no tenemos por que acelerar ese proceso; nuestro desarrollo cultural ha puesto en marcha las premisas de esta entropía universal; si seguimos andando esta vía, que es la del objetivismo y de la conciencia individual, no sólo se extinguirá la vida humana, con ello se quedará mudo el ser: la historia que da cuenta de la estructura de la totalidad del universo, así como de los pequeños relatos que acontecen en sus provincias, se ahogarán con la muerte de su portavoz: nosotros.

Nuestro pautas de acción social están guiados por la forma en que concebimos lo que es la realidad; hoy, con el predominio objetivista, nos desligamos de un mundo al que pertenecemos, y creemos que siempre estará ahí, independientemente de lo que hagamos o dejemos de hacer; mientras que la realidad de una conciencia trascendental, nos desliga de nuestra herencia natural y del compromiso y la reciprocidad que le debemos a nuestro mundo.

Por último, no debemos olvidar que nuestro mundo está lleno de espiritualidad, pues la forma en que se nos presenta es en la reflexión: es cultural-lingüística , es decir, como una realidad mágica y etérea que aparece en cuanto pronunciamos palabras mágicas, nuestras categorías teóricas, por otro lado, que las posibilidades de expresarlas racionalmente, universalmente, abstractamente y espiritualmente, se deben a nuestra humilde condición de seres históricos que están-en –el –mundo, realizando y articulando un sentido con sus acciones, sentido que comienza en la naturaleza, como humildes seres vivos de la forma de una bacteria, los cuales establecieron las premisas para nuestra peculiar experiencia humana y el sentido del ser en general.

Bibliografía:
1. Bengoa Ruiz de Azoa, Javier (1992). De Heidegger a Habermas: “Hermenéutica y fundamentación última en la filosofía contemporánea “, Barcelona, Herder.
2. Ceruti : “El mito de la omnisciencia y el ojo observador” en : Watzalawick (comp.)(1995). El ojo del observador, Barcelona, Gedisa.
3. Copleston, Frederick (1969). Historia de la filosofía: “Grecia y Roma”. Volumen 1, México, Ariel.
4. Cottingham, John (1995). Descartes. México, UNAM.
5. Descartes, Rene (1981). Discurso del método. Meditaciones metafísicas. Reglas para la dirección del espíritu. Principios de filosofía, México, Porrúa.
6. Espejo, Miguel (1987). El enigma del la técnica, México, UAP.
7. Habermas, Jürgen (1990). Pensamiento postmetafísico, México, Taurus.
8. Heidegger, Martín (1951). El ser y el tiempo. México, Fondo de Cultura Económica.
9. Magee, Brian (1990). Los grandes filósofos, Madrid, Cátedra.
10. Maturana, Humberto, Varela F. (1996) El árbol del conocimiento. Las bases biológicas del conocimiento humano, Madrid, Debate
11. Merleau-Ponty, Maurice (1999) Fenomenología de la percepción, Madrid, Altaya
12. Morin, Edgar (1974) El paradigma perdido. Ensayo de Bioantropología, Barcelona, Kairós
13. Sprige, T.L.S. (1984). Theories of existence, Great Britain, Penguin Books.
14. Varela, F. et al (1998) De cuerpo presente. Las ciencias cognitivas y la experiencia humana, Barcelona, Gedisa
15. Vattimo, Giani (1990). El fin de la modernidad. Nihilismo y hermenéutica en la cultura posmoderna, Barcelona, Gedisa.
16. Vattimo, Giani(1986). Introducción a Heidegger, Barcelona, Gedisa.
17. Waelhens, Andre (1986). L

Héroe de la Clase Trabajadora. Traducción Abraham Galarza Cid

Héroe de la Clase Trabajadora
Working Class Hero
John Lennon


Tan pronto naces te hacen sentir pequeño
Negándote su tiempo en vez de dártelo todo
Hasta que el dolor es tan fuerte que te haces insensible
Un héroe de la clase trabajadora es algo que debería existir
Un héroe de la clase trabajadora es algo que debería existir
Te hieren en casa y te golpean en la escuela
Te odian si eres listo y desprecian al tonto
Hasta que estas tan jodidamente loco que
No entiendes sus reglas
Un héroe de la clase trabajadora es algo que debería existir
Un héroe de la clase trabajadora es algo que debería existir
Cuando han torturado y asustado durante veinte años,
Entonces esperan que escojas una carrera
Pero estás tan lleno de miedo que no puedes funcionar
Un héroe de la clase trabajadora es algo que debería existir
Un héroe de la clase trabajadora es algo que debería existir
Te mantienen drogado con religión, sexo y televisión
Pero tú te crees muy listo, libre y por encima de las clases sociales
Pero puedo ver que sigues siendo un jodido explotado
Un héroe de la clase trabajadora es algo que debería existir
Un héroe de la clase trabajadora es algo que debería existir
Te dicen todavía hay espacio en la punta de la pirámide
Pero primero debes aprender a sonreír mientras asesinas,
Si quieres llegar a ser como la gente de las grandes residencias.
Un héroe de la clase trabajadora es algo que debería existir
Un héroe de la clase trabajadora es algo que debería existir
Si quieres ser un héroe, bien, sólo sígueme
John Lennon/Plastic Ono Band 1970
Para John en su 70 aniversario

sábado, 4 de septiembre de 2010

Memorias de un Rocker. Traducción Abraham Galarza Cid

Memorias de un Rocker
Memories of Rock ´N´ Rolla
(Winwood /Capaldi)



Cuando era un jovencito
Solo vivía para el rock ´n´roll
Pasaba horas tocando
Y recorriendo caminos
No teníamos dinero
Así era difícil tocar
Pero divertir a la gente era suficiente
Y es que la música era tan dulce
Me hacía mover los pies
Poniendo mi mente en alto
Casi alcanzaba el cielo

Después fui un hombre de ropas coloridas
Una casa de campo de sesenta acres
Es una carga muy pesada
No abunda el dinero
Pero hay otras cosas
Las posesiones te poseen
Es el riesgo de las mercancías

Los copos de nieve son tan dulces cayendo a mis pies
Y la música es tan dulce
Me hace mover los pies
Pone mi mente en alto
Casi puedo alcanzar el cielo

Ahora soy un viejo
Conozco exactamente lo que tengo que hacer
Nunca hacerte preguntas o darte respuestas
Cuando pases a mi lado
Arrojando una moneda en mi sombreo
No sientas lastima por mí
La vida suele terminar así

Y la música es tan dulce
Me hace mover los pies
Pone mi mente en alto
Casi puedo alcanzar el cielo
Y la vida corre sin parar
Como una canción sin fin
Traffic: When the Eagle Flies (1974)

LITERATURA Y PODER. ABRAHAM GALARZA CID

Literatura y Poder*
abraham_galarza_cid@hotmail.com
Docente de la Licenciatura en Psicología Social-UAT

Resumen:
El presente ensayo tiene por objetivo explorar una serie de metáforas a través de las cuales una vivencia que parece sumamente subjetiva, comienza a delinearse con claros contornos: la experiencia del miedo y resignación frente al poder.
Para esto revisamos brevemente parte de la obra de algunos clásicos de la literatura europea del siglo XX: Franz Kafka, Elías Canetti, Robert Musil, H. G. Wells y Bertold Brecht.
Proponemos que los autores mencionados nos permiten una original comprensión de algunos aspectos del fenómeno del poder en su manifestación en la vida cotidiana, es decir del micro poder, gracias a las representaciones imaginarias que se hicieron de éste en sus creaciones literarias.
Con el trabajo de estos escritores podemos tener un acercamiento a fenómenos cotidianos como el miedo, la complicidad, el silencio, la fatalidad y la resignación frente al poder.

Palabras clave: miedo, poder, literatura, micro poder, conflicto, vida cotidiana.


Contenido:
Introducción
LA ESCRITURA DE LA FENOMENOLOGÍA DEL PODER
• Franz Kafka
• Robert Musil
• William Golding
• H. G. Wells
• Elías Canetti
• Bertold Brecht
LA LITERATURA COMO ESCLARECIMIENTO DE LA VIDA COTIDIANA
• El hombre sin atributos
• El señor de las moscas: los miedos imaginarios
• El proceso o como la justicia inventa delincuentes
• La ley como privación de la justicia
• Canetti: el gato, el ratón y las gacelas
• Bretch: los inmorales dando lecciones de moralidad
• H. G. Wells: Vislumbrar el futuro
*Ponencia presentada en el III Congreso Internacional de Psicología Social y II Congreso de Identidad y Exclusión Social. Puebla, México, del 25 al 28 de Octubre de 2006, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla

LA MALA EDUCACIÓN

LA MALA EDUCACIÓN* Nombre y apellidos: Abraham Galarza Cid Lugar de procedencia: Puebla, Puebla. Organización o institución: Universidad Autónoma de Tlaxcala, licenciatura en Psicología Social Breve descripción del trabajo que se realiza e interés por el congreso: El presente trabajo es un intento de sistematización de mi experiencia docente, en éste reflexiono sobre las condiciones cotidianas del trabajo docente y su papel ideológico para el ejercicio de la hegemonía. Mi interés es compartir mi experiencia y tener interlocutores con los cuales podamos proponer alternativas para que la educación básica deje de tener ese papel. En tres o cuatro palabras describa el tema central de su planteamiento relacionado con liberación: Educación y ejercicio de la hegemonía Dirección de correo electrónico: abraham_galarza_cid@hotmail.com RESUMEN: LA MALA EDUACCIÓN El presente trabajo es una reflexión sobre las condiciones invisibles del trabajo docente en el aula, a partir de algunas premisas de la obra de Martín Baró. Describimos una serie de prácticas recurrentes en la educación básica, tales como la herencia de plazas, la falta de planeación del trabajo en el aula, los exámenes externos para certificar la educación, y como se involucra el magisterio en las campañas electorales. La información fue directamente tomada de los docentes de varios estados de la república, especialmente del sureste del país. Reflexionamos sobre el carácter ideológico de estas prácticas y como contribuyen al ejercicio de la hegemonía política y cultural de los grupos dominantes, ya que inciden en la formación del sentido común de una población con escasas capacidades de autodeterminación que les permita tener el control de sus vidas. Interpretamos estos acontecimientos a la luz de la obra de Martín Baró, especialmente bajo el concepto de guerra e ideología. Modalidad: Presentación de ponencias leídas INTRODUCCIÓN Como docente de educación media superior y superior, a lo largo de varios años, he tenido oportunidad de conocer algunos aspectos muy interesantes del sistema educativo mexicano, me refiero a las condiciones invisibles del trabajo docente, especialmente en educación básica, pues he sido profesor de maestría en educación en prácticamente todo el sureste mexicano y parte de Guerrero y Guanajuato. Hoy tengo la oportunidad de reflexionar sobre el significado psicosocial de esta experiencia a través de la obra de Martín Baró. Bajo esta premisa les ofrezco una disculpa por mencionar tantos aspectos personales. Actualmente se habla de los programas que garantizan la calidad de la educación a través de organismos certificadores que, después de un riguroso análisis, determinan que podemos vivir tranquilos, pues los niños mexicanos disfrutan de una educación que garantiza el desarrollo de sus habilidades y su plena autorrealización (lo mismo sucede en la educación superior). ¿En verdad podemos echar las campanas al vuelo? A través de un trabajo que denomino “etnografía”, frecuentemente les he solicitado a estos profesores informes sobre la vida cotidiana en el aula y el contexto de su vida como magisterio, es decir, me interesa saber qué sucede más allá de los programas e informes oficiales, de viva voz de aquellos que los llevan a cabo. Aunque en la mayoría de los casos no logro penetrar el muro del secreto, siempre es interesante, desde el punto de vista del analista social, hallar nuevas y pequeñas piezas del rompecabezas. A continuación les hablaré de algunas de éstas. *Ponencia presentada en el IX Congreso de Psicología Social de la Liberación. Noviembre 2008. Universidad de la Tierra, San Cristóbal de la Casas, Chiapas Versión completa Disponible en: 
https://kipdf.com/la-mala-educacion-introduccion-como-llegar-a-ser-maestro_5ab366d91723dd429c757eab.html

Días Extraños. Traducción Abraham Galarza Cid

Días Extraños
strange days
(The Doors)


The Doors - Strange Days

Matt-Dave [UNK, The Beast] | Video de MySpace



Hemos caído en días extraños
Días extraños que nos destrozan y deprimen
Ellos destruyen
Nuestras alegrías casuales
Pero tenemos que seguir fingiendo o
Encontrar una nueva ciudad
Extrañas miradas caen sobre habitaciones extrañas
Las voces dan señales
De su agotamiento
La anfitriona es sonriente
Los huéspedes descansan sus pecados
Cuando hablo de pecado
Tu sabes, de que hablo
Los días extraños nos atraparon
Y a través de sus horas extrañas
Vamos siendo abandonados
Los cuerpos se confunden
Los recuerdos atormentan
Y así nacemos al día
De una extraña noche de piedra
The Doors: The Doors (1967)

domingo, 1 de agosto de 2010

Sueña Gerardo. Traducción Abraham Galarza Cid

Sueña Gerardo
Dream Gerrard
Traffic
(Winwood / Stanshall))
Es un hecho, estás helado, ellos activaron
El sueño de Gerardo
Los hipocampos no usan sombrero
Las langostas gritan si son torturadas
Hay una larga cinta azul
Que sale de sus sueños
Monsieur Neddy usa anteojos cuando va a la cama
Para ver más claramente sus sueños
La voluntad de la noche la hace negra y blanca
Como un cuervo voraz
Y comienzo a tener sed de muerte
No lo quisieron dejar ser libre
Pensaron que no se adaptaría a la realidad
Suplicando su muerte, Fritz llega a tu tienda india
No lo quisieron dejar ser libre
Pensaron que no se adaptaría a la realidad

Traffic: When the Eagle Flies (1974)

Breve Diccionario de Psicología Social

Juan Manuel Martínez Alonso, Abraham Galarza Cid, Alberto Moreno Rodríguez: Breve Diccionario de Psicología Social, México, Universidad Autónoma de Tlaxcala. ISBN: 968-865-137-0


PRESENTACIÓN

La imagen que está al inicio, de la presente obra, representa a un grifo, y su finalidad va más allá del simple ornato. Es por el contrario un símbolo, que de manera arbitraria se presenta como emblemático de la Psicología Social.

El Grifo es un ser fantástico producto de la inventiva humana. Es un ser fabuloso que se constituye a partir de las partes de diferentes animales, tiene cuerpo de león, cabeza y alas de águila, además de orejas puntiagudas como las de un perro. (Page y Ingpen, 2003)[1] Es en sí un ser proveniente del reino de la fantasía, producto de la imaginación y la creatividad.

No es en parte león ni es en parte águila, su cuerpo aunque plantea orígenes diferentes tiene una unidad que lo hace ser sencillamente Grifo, es decir, es un ser diferente con cualidades también diferentes. No es un animal exclusivamente terrestre ni alado sino que plantea ambas posibilidades y por lo cual se le adjudica una visión diferente que integra lo celestial y lo terrenal.

El Grifo parece tener su origen en Oriente Medio, pues se le encuentra en pinturas y esculturas tanto entre los antiguos babilonios como en los a sirios y persas. Era guardián de los tesoros, entre los cuales se encontraba el saber. Es, por tanto, una criatura de la periferia.

El Grifo puede bailar, cantar y dialogar con otros seres, como la tortuga falsa, en Alicia en el país de las maravillas; de la misma forma la Psicología Social puede jugar a la disolución de las fronteras convencionales con otras disciplinas de la diversidad, tales como la antropología, la filosofía o la lingüística.

La idea del Grifo nos invita a la búsqueda y al acercamiento con los otros, nos vuelve sensibles a su presencia y a sus cualidades invisibles. El poder ver a seres fabulosos nos sensibiliza y nos permite ver y comprender mejor a los seres comunes y cotidianos que se tiene junto, haciendo de lado nuestra indiferencia.
El Grifo nos plantea, entonces, que no se requiere ser uniforme para tener una unidad, sino, por el contrario, se puede tener orígenes diversos, de tal forma que lo poliforme es lo característico de su unidad.

La Psicología Social presenta la misma condición que el Grifo, se trata de una disciplina que parte de distintos orígenes y que responde a diferentes problemas que la hacen ser una criatura que asusta, a los incautos, por su diversidad; como el Grifo que aterrorizaba a quien lo veía, pues rompía con la idea de una naturaleza armoniosa.

Por esto se presenta aquí al Grifo como un emblema de la Psicología Social, pero no de cualquier Psicología Social, sino de aquella que se presenta como una disciplina heterogénea y diversa, que se autocuestiona y cuestione las realidades establecidas, buscando mantener, siempre, el dialogo consigo misma y con las demás ciencias sociales.

A estos principios responde este breve diccionario, que va dirigido sobre todo a estudiantes y aquellas personas que buscan incursionar en el ámbito disciplinar. Así que estimado lector no espere una obra centrada en un solo enfoque, teoría o autor, ya que se puede decepcionar. Es básicamente una breve y superficial mirada al reino de la diversidad que ha caracterizado, históricamente, a la Psicología Social. Todo lo cual se sintetiza en la idea del Grifo como símbolo de una Psicología Social Excéntrica.




[1] Page, M. y Ingpen, R. (2003) Enciclopedia de las cosas que nunca existieron. Madrid. Anaya.


Segunda edición 2014 ISBN 978-607-8432-08-0

LOS OLVIDOS DE LA PSICOLOGÍA SOCIAL

Los olvidos de la Psicología Social
En: María de la Luz Javiedes (coordinadora) Historia, teoría y psicología social
Universidad Autónoma de Tlaxcala, Departamento de Sociología, Licenciatura en Psicología Social, Sociedad Mexicana de Psicología Social
Cuadernos de Psicología Social de la Somepso, México 2003

Introducción:
En este trabajo colectivo, buscamos dar cuenta de pensadores del siglo XX un tanto olvidados por las perspectivas predominantes. No obstante su poder explicativo, consideramos, es vigente, pues parten de la descentralización del individuo, al considerar que lo peculiar de la experiencia humana está dado por su carácter histórico, colectivo y cultural, y por estar abiertos al carácter multidisciplinario propio de las ciencias sociales y humanas.
Cabe mencionar que los olvidos hay que explicarlos socialmente: hay toda una tradición que buscar imprimirle un carácter universalista, funcional, ahistórico tecnocrático, individual, físico y unidimensional a la comprensión de nuestra experiencia, bajo el supuesto de lo apremiante de la utilidad del conocimiento, sin caer en la cuenta de cómo las relaciones de poder configuran su idea de ciencia. Nosotros, por nuestra parte, simplemente buscamos comprendernos por otra vía, en la cual, en diálogo con el pasado, esperamos abrir horizontes de comprensión para el presente.




Resumen:
En este trabajo pretendemos recuperar para la historia de la disciplina, autores marginados por la historiografía de la psicología social.

I La pertinencia actual de James Mark Baldwin. Salvador Iván Rodríguez Preciado
Con James Mark Baldwin tenemos a un autor que ejerció la docencia e investigación en México, en la entonces Universidad Nacional de México, es, además, un autor que busco darle una identidad propia y original a lo que el llamo Psicosociología, en una época en la que predominaban las ideas fisiológicas acerca de la mente, bajo una perspectiva que diera cuenta de cómo se forma nuestra mentalidad a partir de la asimilación de la tradición y el pasado, lo que él llama “Herencia Social”. También se menciona el carácter procesual de éstos fenómenos, así como la necesidad de apertura a otras disciplinas.

II Memoria de una psicología olvidada. Jorge Mendoza
En este apartado, lo que se pretende es reconstruir un pasaje de dos procesos psicosociales que se introdujeron en la psicología social moderna como facultades mentales, como ocurrió con la memoria y la percepción. A través de la obra de Maurice Halbwachs (1924; 1941; 1950) y Frederic Bartlett (1932) Los que argumentaron que la memoria era colectiva y/ o social; Charles Blondel (1928) hizo lo mismo con la percepción.

III George A. Heuse y los elementos de una Psicología Social General. Juan Manuel Martínez Alonso
Con George A. Heuse exponemos la perspectiva de un autor que, a contracorriente de la visión anglo-americana de la psicología social, se esfuerza por escribir una historia amplia, multidireccional, de la psicología social. Este autor propone, además, una interesante y seductora periodización del desarrollo de la psicología social.

IV Gramsci y la formación del Sentido Común. Abraham Galarza Cid
Con Grasmci (1889-1937) tenemos a un pensador que tradicionalmente se considera más como un filósofo de la política, que un psicólogo social. No obstante, aquí se enfatiza el papel del lenguaje, las organizaciones y sus estrategias para la configuración del sentido común, la conducta de las masas, y su incidencia para la vida política, temas actualmente recuperados por la psicología social.

Casa sin Puerta. Traducción Abraham Galarza Cid

Casa sin Puerta
House with no door
(Peter Hammill)
Van der Graaf Generator




Hay una casa sin puerta
Y yo vivo ahí
Por las noches se vuelve fría
Y los días son difíciles de percibir
Desde su interior

Hay una casa sin techo
Así que la lluvia se desliza
Cayendo dentro de mi cabeza
Mientras que planeo
Cómo poder salir del tiempo

No te conozco
Tu dices conocerme
Puede ser que así sea
Hay muchas cosas
De las que no estoy seguro...
Pronuncias mi nombre
Pero suena sin realidad
He olvidado sentir
Y mi cuerpo rechaza la cura

Hay una casa sin timbre
Pero ahora nadie llama
A veces encuentro difícil afirmar
Si queda alguien vivo
Allá afuera

Hay una casa sin sonidos
Si, hay quietud ahí...
No hay sentido en las palabras
Cuando no hay nadie con quien compartirlas a tiempo

He aprendido mis líneas
Las conozco de memoria
Estoy listo para decirlas
A quien finalmente toque
Pero lo que es exacto
En mis pensamientos
Por las noches,
No parece adecuado
Cuando esa pequeña figura oscura
Anda rondando por ahí

Hay una casa sin puerta
Y no hay vida ahí
Un día quedará sólo un muro...
Por el momento no importa

Hay una casa sin luz
Todas sus ventanas están selladas
Clausuradas y son estrechas
Ahora nada acontece
Excepto el tiempo

Van der Graaf Generator 1970: H TO HE, WHO AM THE ONLY ONE (1970)