sábado, 3 de diciembre de 2011

el inmovilismo de la caridad: Zizek


Nadie en sus cinco sentidos se opone a la caridad o a los actos de caridad. Sin embargo como en la fotografía, solo vemos un segmento de realidad en uno de estos actos. Al esforzarnos por entrever lo que hay detrás de esa imagen podemos ver que estas acciones altruistas, cuando las hacen los poderosos, revelan actos egoístas y rapaces. En primer lugar lo que se oculta es el considerar a la pobreza, la enfermedad, el hambre o los desastres naturales como meras situaciones de la mala fortuna, eventos naturales que no son responsabilidad de nadie. Es una cuestión particular y así se debe de resolver. No obstante hay personas de buen corazón (como los concesionarios de las señales de televisión) que acuden en ayuda de los menos afortunados.


Lo que queda tras bambalinas es que hay una situación estructural generada por lo intereses especuladoramente rapaces de las grandes corporaciones, en la que evaden impuestos (riqueza que sale del circulo de la producción de bienes materiales y culturales democráticamente distribuidos); así como una política de Estado que lo hace evadir su responsabilidad social (entre otras cosas perdonando el pago de impuestos de estos grupos millonarios o pagando las deudas de éstos con los impuestos de los asalariados). La caridad es la gran coartada que permite que estos grupos  se presentan con una fachada de bondad y nobleza, cuando son ellos mismos los causantes del desajuste social.
Abraham Galarza Cid